Nuestra Historia
El sueño de Walter es salir de la vida en la calle, poder ir a la escuela y tener una esperanza de futuro.
Walter tiene la cara sucia, la ropa acartonada, los pies negros con una chancla de cada color. Pero también tiene la sonrisa más grande y unos ojos curiosos y alegres cuando lo conocemos en el vertedero de Bungoma (Kenya).
Se acerca a nosotras y nos dice que quiere ir a la escuela. Que la vida en la calle no es buena para un niño. A continuación, se pone a la fila, unos 50 chicos esperan su turno para el plato caliente, que dos o tres veces por semana puede pagar Joseph a los chicos que ahí viven. Nos invitan a sentarnos con ellos y se ofrecen a compartir su plato con nosotras.
Ya nada volvió a ser igual.
Walter hoy en día vive en un orfanato de ROHMI, está limpio, bien vestido en su informe escolar, guapo y feliz. Su sonrisa sigue siendo la misma, su mirada brilla. Su vida ha dado un giro radical, ahora sí tiene una esperanza. Le encanta jugar al futbol y nos cuenta que tiene un don para cantar.









Toda historia tiene un comienzo. Éste es el nuestro...

SOY MERIE
«Conocí a Joseph hace 22 años durante un voluntariado en Kenya. Aquella experiencia ya me marcó, pero volver después de tantos años, reencontrarme con él y con todo lo que ha construido fue un regalo inolvidable.
El orfanato está lleno de risas y de esperanza, pero el vertedero que fuimos a visitar para conocer a los chicos que siguen en la calle fue una experiencia que ya no me ha dejado indiferente. Entre todos aquellos chicos, sucios y bromistas, estaba Walter, la sonrisa más grande que he visto. Se acercó a nosotras y nos dijo: tengo un talento, ¿puedo cantaros una canción? Ya no se separó de nuestro lado.
Hoy Walter está en el orfanato, su vida y su apariencia han cambiado, aunque su sonrisa sigue siendo la misma… ¡pero quedan muchos como él!»

SOY ANNA
«Dicen que a lo largo de tu vida, siempre hay un viaje que es EL viaje, y sin duda alguna este lo fue para mi y sin saberlo llegó en el momento más vital y de transformación de mi vida. Durante los días de nuestra estancia en el orfanato de Joseph y visitando a los niños de las calles de Bungoma, esos niños me devolvieron la sonrisa que había perdido.
Niños que viven en vertederos, en la más absoluta pobreza y que sin tener absolutamente nada te comparten no solo esa sonrisa sino también su único plato caliente del día. Otros niños que han podido encontrar la felicidad gracias a la labor de Joseph y que han podido salir de esas calles y encontrar un hogar donde se les cuida, se les lleva al colegio, pero por encima de todo, se les quiere.
Fue allí, en las calles, donde conocimos al niño que nos robaría el corazón, Walter. Su sueño, ser cantante. Nosotras quisimos aportar nuestro granito de arena y hoy ese niño ha podido salir de las calles y empezar una nueva vida en el orfanato.»

SOY JOSEPH - El responsable del Orfanato
«Tras ver mis planes de salir de África para vivir en USA frustrados, comencé a preguntarme por el propósito que me mantenía aquí.
Tuve un sueño muy explícito en el que rescataba chicos haraposos de un pozo. Poco después, paseando, pasé por casualidad por el vertedero de mi ciudad, Bungoma. Ahí presencié la pelea de varios chiquillos armados con palos con unos perros callejeros por unos restos de comida. A nadie de los que pasaban por ahí pareció importarles.
Supe entonces que tenía que hacer algo por esos chicos y comencé a llevarles comida, algo de ropa y a lavarlos a ellos y sus ropas en el río una vez a la semana.
Fue el inicio de un gran proyecto. Hoy tenemos un orfanato que alberga a 30 chicos y hacemos seguimiento de los chicos que viven en la calle, intentando cubrir sus necesidades de la mejor manera posible.
Pero queda tanto por hacer…»
Esta ONG nace con la ambición de ver a muchos más chicos cumplir ese sueño.
